Las acusaciones son resultado de una investigación que comenzó hace casi dos años.Está centrada en el convulsionado período en que se sumergió el país tras las elecciones de octubre de 2022, en las que el actual mandatario derrotó al entonces presidente, quien no reconoció el resultado de las urnas.
Los resultados debían ser entregados el jueves al Supremo Tribunal de Brasil para ser remitidos al fiscal general Paulo Gonet. Este decidirá si está de acuerdo con las acusaciones y somete a juicio al expresidente o si desestima la investigación.La investigación concluida se refiere a la participación en el ataque del 8 de enero de 2023 a los edificios de la democracia en Brasilia y a los complots tras las elecciones que ganó Lula da Silva.